Un brusco descenso de temperaturas toma el relevo a la ola de calor y nos obliga a tirar del fondo de armario a la salida de Puebla de Sanabria.
Inmersos ya en tierras galegas el "camino" se muestra más sinuoso y en ocasiones nos obliga a empujar la bicicleta.
Centenarias aldeas, que contrastan con los modernos y confortables albergues que ha construido la Xunta.
Camino de Ourense nos agarra el primer y único chaparrón de la ruta, por lo que abandonamos momentáneamente el camino y rodamos por asfalto.
Por suerte, en nuestra variante pasamos por Baños de Molgas y la localidad nos regala una poza a 40 graditos donde desentumecer los pies.
Al final de la jornada arribamos en Ourense.
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